Hospitales públicos en crisis: atención en carpas, sin electricidad para operar y retrasos en obras

Domingo, 21 de enero de 2024.

Licitado en 2014, el nuevo Salvador espera abrir provisoriamente el segundo semestre de 2025. El recinto de Linares, proyectado para operar en 2025, presenta 27% de avance. Y en el de Villarrica, si bien finalizó su construcción hace siete meses, aún no está operativo.
Jessica Marticorena.

Casos más complejos se concentran en zona centro sur:

Un intercambio epistolar protagonizaron, esta semana, los médicos del hospital pediátrico Calvo Mackenna y el director del Servicio de Salud Metropolitano Oriente. El martes, en carta a “El Mercurio”, 37 médicos cirujanos que trabajan allí alertaron de la crítica situación que vive uno de los principales centros de salud infantil del país, a raíz del retraso en la reparación de los pabellones, tras el incendio que lo afectó en octubre del año pasado y que destruyó nueve quirófanos. “No se ha reconstruido ninguno, hemos realizado algunas cirugías en otros hospitales y en un par de pabellones adaptados en nuestra UCI, pero mantenemos una situación crítica, que hace imposible responder a todos los requerimientos de pacientes cuyas carencias sociales los hace exclusivamente dependientes del sistema público”, reclamaron los profesionales.

Al día siguiente, Alberto Vargas, director del Servicio de Salud Metropolitano Oriente, respondió con otra misiva. “La reposición de los pabellones y del equipamiento perdido está actualmente en su fase de revisión en el Ministerio de Desarrollo Social para iniciar su ejecución, lo que representa una inversión de más de $7.693 millones. Se espera iniciar las obras civiles el segundo trimestre de este año”. Luego, en Emol, Vargas precisó que “lo más probable es que deberíamos tener un tiempo más o menos de nueve meses para tener los pabellones nuevamente operativos”.

La realidad del Calvo Mackenna no es única. Otros hospitales públicos del país enfrentan crisis o contingencias, ya sea por retrasos considerables en la construcción, o porque estando concluidas las obras han demorado en habilitar el equipamiento, o porque tras afrontar un evento natural, están atendiendo en precarias condiciones.

En la capital, el nuevo Hospital del Salvador e Instituto Nacional de Geriatría, cuya concesión data de 2014, exhibe una larga historia de retrasos. Pensados para beneficiar a más de 675 mil pacientes, ambos centros de salud aportarán 641 camas, 26 quirófanos y 373 consultorios médicos a la zona oriente de Santiago, hallazgos arqueológicos detuvieron las obras en 2016, pudiendo retomarlas en 2018. La puesta en servicio provisoria, que permite la marcha blanca, estaba planificada para octubre de 2024.

Sin embargo, por “la pandemia, aumento de costos de materiales y modificaciones de distintos estándares del contrato, esa obra presenta un nivel de retraso. Estamos conversando con la concesionaria, buscando el mecanismo para reconocer esos aumentos de costos y de plazos producto de contingencias externas que han afectado a la obra. Todo dentro de los mecanismos propios del modelo de concesiones”, explica Marcelo Carvallo, jefe del Departamento de Asociación Pública-Privada de Inversiones del Minsal.

Explica que la construcción tiene 77% de avance y en el Minsal aseguran que las obras siguen en desarrollo, aunque admiten que se trabaja a un ritmo más bajo. “Esperamos llegar a acuerdo con la concesionaria para que el segundo semestre de 2025, el hospital tenga su puesta en servicio provisoria”, prevé Carvallo.

Detalla que el costo original era de 6 millones 700 mil UF, a los que hubo que sumar otras 280 mil UF por obras y equipamiento. Adicionalmente, explica, el Minsal está conversando con la concesionaria, vía Concesiones del MOP, que administra el contrato, un incremento extra producto del alza de los precios de los materiales.

Para la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (Apis), el retraso implica un problema serio, y es que “hace dos años, la concesionaria adquirió equipamiento y dispositivos médicos pensando en la apertura del recinto, los que se pagan recién cuando el hospital es recibido por el Estado y está concluido, lo que no ha ocurrido”, comenta Eduardo del Solar, director ejecutivo de Apis. Por ejemplo, cuenta, las camas que fueron compradas, los proveedores las tienen guardadas en bodegas, ocupando un espacio enorme, y equipamiento para pabellones está almacenado en distintos container.

Agrega otro inconveniente. “Algunos equipos tienen baterías que ya se vencieron, que habrá que reponer, sumado a que las garantías de fábrica de esos equipos duran un año desde la fecha de despacho, y hoy están vencidas, y ante una eventualidad tendrá que responder el distribuidor en Chile. Y también hacerse cargo de cualquier deterioro sufrido por los equipos en estos años”.

Licantén, atención en carpas

Desde junio del año pasado, los médicos y funcionarios del hospital de Licantén están atendiendo en tiendas de campañas, tras inundaciones que lo afectaron. Tenía 23 camas clínicas, pero ahora no disponen de camas de hospitalización y tampoco de equipos de radiología. Los profesionales acusan al Gobierno de incumplir su compromiso de habilitar un hospital modular en 60 días.

“En las carpas está instalada la atención de urgencia, la farmacia, el vacunatorio y la toma de muestras. No están las condiciones adecuadas para realizar una atención de salud eficiente y efectiva. Hay dos baños químicos para pacientes y otros dos baños para funcionarios, sin red de agua potable. Ahora hace un calor insoportable y no hay privacidad para los pacientes”, denuncia Carolina Rodríguez, presidenta del Colegio Médico del Maule. Atención primaria como kinesiología, psicología, nutricionista, matrona, asistente social y atención ambulatoria de médicos, funcionan en una casa municipal facilitada hace poco.

Mientras tanto, los pacientes que requieren hospitalización y muestras de laboratorio se derivan a recintos en Hualañé y Curepto. El 4 de enero, los médicos presentaron un petitorio al Minsal y el día 10 de este mes, la senadora Ximena Rincón ofició a la cartera de Salud. “La autoridad ha cambiado los plazos y con la presión que se ha hecho, ahora está reactivando el tema”, asegura Rodríguez.

El nuevo hospital está proyectado recién para 2027. La directora del Servicio de Salud del Maule, Marta Caro, afirma que “el compromiso presidencial fue recuperar el centro asistencial en una zona segura. Ya está definido el terreno para su construcción y nos encontramos trabajando en el proyecto que permitirá su relocalización y puesta en marcha en 2027”. Detalla que tiene un presupuesto asignado inicial de $22.342 millones, que “se reajustará según los requerimientos del proyecto”.

“Estamos avanzando en la habilitación del hospital modular”, indica, “y esperamos trasladar la atención que se lleva a cabo en las carpas provisorias”. La habilitación debiese concluir a fines de enero, primera etapa, y la segunda, al 30 de junio.

Linares con 27% de avance

En mayo de 2021 se puso la primera piedra del nuevo hospital de Linares, proyectado para operar en 2025. Pero su puesta en marcha está aplazada dos años. “Se ha demorado tanto, que puede quedar chico cuando se inaugure”, cuestiona el diputado UDI Gustavo Benavente.

El alcalde Mario Meza lo reafirma. “Las obras están detenidas hace más de ocho meses, porque el Minsal no pudo actualizar la fórmula del polinomio del contrato, para reajustar los valores con Astaldi, la concesionaria. Este hospital comenzó a construirse en 2020. Eran cinco años de ejecución”. Mientras continúa la espera, dice, el actual hospital atiende a toda la Provincia de Linares, que incluye las comunas de Linares, Yerbas Buenas, Colbún, San Javier, Retiro y Parral. “Hace dos años atendía a 260 mil personas, hoy deben ser 280 mil y están colapsados”.

Marta Caro asegura que “la construcción no está parada, está lenta, pero ahora se va a reactivar. Llegué en abril (de 2023) y tenía 20% de avance. El año pasado terminó cercano al 27%”. La directora del Servicio de Salud del Maule explica que “no era tan fácil inyectar mayores recursos. En prepandemia, el valor al que se licitaron estas obras fue menor al costo real que ahora tiene seguir con la construcción. Finalmente, el Ministerio de Desarrollo Social reevaluó el proyecto y se aumentaron los recursos en $33 mil millones, que se suman a los $116 mil millones que costaba originalmente”.

Caro asegura que en diciembre se firmó un acuerdo entre Astaldi y el Servicio de Salud. “Está en toma de razón en Contraloría”. Recalca que el nuevo hospital aumenta a 329 las camas, de las cuales 36 son críticas, y también subirá de cinco a ocho los pabellones quirúrgicos. “El 89% de la población del Maule es Fonasa, tiene un fuerte impacto disponer de estos hospitales públicos”, destaca. Y menciona que “va a estar seguramente el 2026, más o menos”.

En Astaldi matizan el acuerdo y tienen otra estimación de la finalización de obras. Su gerente general, Corrado Fabbri, expresa que “no se ha firmado (el acuerdo), estamos aún negociando, porque había otros temas de cambios en el proyecto para hacerlo más eficiente, aún estamos definiendo, pero encaminados. Hay un entendimiento general”.

Fabbri recalca que “la obra nunca se paró completamente, hubo una baja de performance, debido a la pandemia. Ha avanzado lento por un millón de problemas. Pienso que en marzo o abril vamos a empezar sin condicionamientos”. Y anticipa la fecha de apertura definitiva: “Mediados de 2027”.

Curicó a media potencia

En la misma Región del Maule, otro establecimiento presenta problemas: el hospital de Curicó. No tiene capacidad eléctrica suficiente para operar en su totalidad, denuncia Carolina Rodríguez, presidenta del Colegio Médico del Maule. De acuerdo al cronograma, el recinto debería haber estado completamente operativo en 2022.

La autoridad reconoce que “faltan autorizaciones para la capacidad eléctrica. Eso debería haber estado antes, hubo muchos detalles que han debido irse resolviendo y estamos en eso”, argumenta Marta Caro. Expresa que “el hospital de Curicó ya está trabajando toda la parte ambulatoria, faltan las camas, porque en el tema eléctrico se hizo la carga en un solo transformador, y al poner al 100% el funcionamiento, en las pruebas de carga se cayó el sistema. Y ahora se está haciendo una redistribución de la carga para que estén en diferentes transformadores”. Explica que resolver ese problema requiere tiempo, “y es importante, porque tiene que ver con la climatización para las camas críticas. En enero son las últimas pruebas para poder estar en funcionamiento al 100% en el primer trimestre”.

Menciona que “fue un trabajo concesionado, la Dirección de Arquitectura (del MOP) estuvo a cargo y nosotros lo recibimos terminado. Ahora nos importa sacar adelante las observaciones, porque lo necesitamos, aumentaremos de 269 camas a 400. Eso impacta sobre nuestra red, toda la provincia de Curicó, que son entre 350 mil y 400 mil personas. Acá no hay oferta privada y toda la responsabilidad de atención está en el sector público”.

Villarrica terminado, pero no operativo

Más de 100 mil habitantes de las comunas de Villarrica, Pucón, Curarrehue y Loncoche podrían ser atendidos en el nuevo Hospital de Villarrica. En agosto de 2018 partió la construcción de los casi 21.000 metros cuadrados del edificio hospitalario, con un costo cercano a $40 mil millones. Son 103 camas de hospitalización, 12 camas UTI, 6 pabellones, 12 puestos de diálisis, 3 salas de parto y atención de urgencia. El plazo de ejecución eran 1.080 días y si bien su construcción finalizó hace siete meses, aún no está operativo.

“Es lamentable que demoras de este tipo se den, especialmente, en el área de la salud. En La Araucanía, en listas de espera, fallecieron más de tres mil personas que no lograron ser atendidas en las redes asistenciales. Ha habido dificultades en la importación de equipos de este hospital, las que esperamos se resuelvan al más breve plazo, pues es una importante obra, que impacta no solo a Villarrica, sino a toda la zona, desde Loncoche a Curarrehue”, se queja el gobernador de La Araucanía, Luciano Rivas.

Para el alcalde de Villarrica, Germán Vergara, “es inaceptable, porque la población está esperanzada. La demora es un problema, y ya debería estar abierto el hospital a la comunidad”. Menciona que “hubo algunos problemas en las terminaciones de la infraestructura, se iba a inaugurar en octubre, ahora dijeron que en marzo. Y se va a ir abriendo paulatinamente, porque tiene que haber marcha blanca de los equipos, así que el hospital va estar atendiendo como corresponde en mayo o junio”. Mientras esperan, el edil alerta que el hospital actual está colapsado.

Vladimir Yáñez Méndez, director del Servicio de Salud Araucanía Sur, responde. “La obra se encuentra terminada dentro de los plazos establecidos, y actualmente está en su etapa final, que corresponde a la habilitación, la que incluye el proceso de licitación y adjudicación de equipos y equipamientos”.

En abril del año pasado, un equipo del Ministerio de Salud y el Servicio de Salud Araucanía Sur realizaron una visita a las instalaciones y enfatizaron que “las obras están en su recta final, quedando solo ajustes y terminaciones menores y en mayo podríamos entrar en recepción provisoria para continuar con el proceso de habilitación, puesta en marcha y continuar con las siguientes etapas hasta la puesta en servicio del hospital para este 2023”.

Desde el Servicio de Salud Araucanía admiten que la puesta en marcha será en marzo próximo.

Retoma Puerto Varas, pero La Unión y Ancud paralizados

Desde abril de 2023 se mantienen paralizadas las obras del hospital de La Unión, con capacidad de 149 camas, para atender una demanda de 54 mil pacientes. “Se detuvieron las obras por hallazgos arqueológicos”, explica la senadora María José Gatica, que integra la comisión de Obras Públicas.

La misma razón también paralizó, por ocho meses, las faenas del nuevo hospital de Puerto Varas. Desde el Servicio de Salud de Reloncaví explican que actualmente se encuentra en fase de obras preliminares. Afirman que el 27 de septiembre, el Consejo de Monumentos Nacionales expresó su conformidad para que la empresa concesionaria iniciara la construcción, “con las medidas de resguardo correspondientes”.

El hospital de Puerto Varas será el primer establecimiento de mediana complejidad en la red del Servicio de Salud Del Reloncaví, aportando 190 camas y especialidades médicas que permitirán descongestionar el hospital de Puerto Montt.

A 97 kilómetros de distancia, en Ancud, los 36 mil metros cuadrados del nuevo hospital de la ciudad, distribuidos en cuatro pisos, con más de 100 camas, tres pabellones quirúrgicos, dos salas de parto y un moderno helipuerto, tiene 95% de avance y debió estar operativo en 2022.

Pero no tiene acceso vial, agua potable, alcantarillado ni electricidad. Y no se visualiza una pronta solución.

Desde la Dirección de Vialidad del MOP explicaron que, por mandato del Gobierno Regional de Los Lagos, se licitaron las obras complementarias a una empresa que abandonó los trabajos en septiembre de 2023, cuando el proyecto se encontraba con 47% de avance, “por lo que se procedió a gestionar un término anticipado del contrato”.

El 14 de noviembre, dicen, la Contraloría tomó razón del término anticipado, que fue ratificado en enero. En el MOP agregaron que “dada la situación y que el camino no se encuentra dentro de la tuición de la Dirección de Vialidad, se trabajan las alternativas para retomar el contrato y concluir las obras”.

Desde abril de 2023 se mantienen paralizadas las obras del hospital de La Unión, y tras ocho meses detenido, el recinto de Puerto Varas retomó su construcción.

 

Noticia vía Diario El Mercurio.

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