A mayo recintos registraron déficit de $158 mil millones, un 20% más que en abril, cuando se inyectaron $ 131 mil millones frescos. Minsal asegura que a mayo había pagado el 99% de las facturas de 2015. Proveedores discrepan.
A $ 158.023 millones llegó la deuda hospitalaria registrada a mayo en el país, es decir, creció un 20% respecto a la cifra alcanzada en abril, cuando el Ministerio de Hacienda intervino el déficit de los servicios e inyectó $ 131 mil millones a Salud, para que los recintos saldaran las deudas de 2015.
Tras meses de negociaciones entre ambas carteras, Hacienda accedió a entregar $ 80.476 millones del Tesoro Fiscal, sumados a los $ 51.000 millones aprobados en el Presupuesto 2016 para los hospitales. Esto, con miras a amortizar parte de la deuda -que superaba los $ 230 mil millones- y generar flujos de caja que permitan mejorar las negociaciones con sus proveedores (ver infografía).
La remesa fue parte de un plan de contingencia y mejoras de gestión presentadas por Salud a Hacienda. En éste, se fijó como meta un equilibrio financiero con un tope del 3% de los ingresos para los gastos operacionales, que rige desde abril pasado para los hospitales de todo el país.
De cumplirse el plan, se llegaría a fin de 2016 con un déficit inferior a $ 150.000 millones, que correspondería a la deuda estructural que tendría el sistema de salud chileno, debido a que los ingresos son menores a los gastos operacionales, según han calculado autoridades y economistas en salud.
El jefe de la División de Presupuestos del Minsal, Erick Vargas, indicó que aumento del déficit de los Servicios de Salud, a mayo, “está relacionado con la operación hospitalaria que permite resolver los tiempos de espera, en un período de implementación de la campaña de invierno”. Agregó que “existe un incremento en la compra de prestaciones que permite reducir los tiempos de espera tanto de consultas, exámenes e intervenciones quirúrgicas”.
Frente al monto de déficit generado en mayo, los expertos plantean que existen suspicacias de que la deuda pueda mantenerse en niveles bajo los $150 mil millones.
Según el economista de salud de la U. Andrés Bello, Rony Lenz, “las cifras muestran que persiste un déficit de $ 40 mil millones y que el problema de fondo no se ha corregido. Si sigue así, los próximos seis meses debiéramos tener un endeudamiento de $ 240 mil millones sobre todo en un año electoral cuando los gobiernos suelen ser más laxos en el gasto. No se ve un ajuste real sino sólo financiero”.
Por su parte el director del Instituto Salud y Futuro de la misma universidad, Héctor Sánchez indicó que el incremento “era esperado, por que los problemas que la generan, no se han resuelto en lo más absoluto: el tema de la eficiencia en la gestión, la indisciplina fiscal por parte de los directivos, y porque no ha habido de parte del ministerio señales claras para regular y controlarla”, dijo.
Proveedores
Desde la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) indicaron que, si bien han recibido pagos correspondientes a 2015 de facturas pendientes de los hospitales y servicios de salud, éstas no se han saldado en un 100%.
“Nosotros vemos que en nuestra deuda, que era cerca del 40% del total del déficit de los hospitales, efectivamente ha habido un abono. Ese abono corresponde a facturas de 2015 y 2014. No obstante, no se saldó completamente”, aclaró Christian Hänel, presidente de la Apis. Agregó que “el ministerio dice que está pagando a 40 días. Eso es imposible dada nuestra información teniendo facturas de 2015, sería 180 días de atraso, la información que maneja el ministerio da la impresión que no es una información confiable”.
Al respecto, Vargas indicó que “existe un monitoreo permanente con ChileCompra en el seguimiento en el pago más oportuno de los compromisos entre las distintas unidades productivas del país, con sus respectivos proveedores, lo que permite asegurar que en el mes de mayo se terminó de pagar el 99% de las facturas pendientes de pago al 31 de diciembre de 2015”.
Según la Apis, los hospitales más atrasados en los pagos a sus proveedores son Talca, Coyhaique, Gustavo Fricke y el Servicio de Salud de Viña del Mar – Quillota.
Fuente: La Tercera