Proveedores de insumos de salud se agrupan para reclamar por deuda de hospitales
Nuevo gremio en el sector asegura que son acreedores de alrededor del 40% del total de la deuda de los recintos públicos y afirma que estos pagan en un plazo de entre 130 y 150 días.
La deuda con la que los hospitales públicos cerraron en 2015 se empinó por sobre los $139 mil millones, y al interior del Ministerio de Salud se hace un cálculo conservador de que los pasivos pueden llegar a los $340 mil millones este año, considerando el escenario de menor gasto fiscal, que eventualmente podría restringir las remesas periódicas que el Ministerio de Hacienda hace a Fonasa, para que este los traspase a los distintos hospitales de la red de salud.
La cifra no solo preocupa al Estado, que podría ver crecer el déficit de sus recintos asistenciales en donde se atiende casi el 80% de la población del país, sino también a los proveedores de los hospitales, que vislumbran que este 2016 será un año difícil en materia de pagos por parte de los centros de salud.
Así lo vienen percibiendo los principales acreedores de los hospitales, que son clínicas -por la compra de camas-, los laboratorios farmacéuticos -que les venden medicamentos-, y también los proveedores de insumos y equipamiento médico, que durante los últimos meses decidieron organizarse para crear una asociación gremial que los represente.
El nombre de la nueva organización será APIS -Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud-, y ya cuenta con más de 30 empresas asociadas, de distinto tamaño y que comercian con los recintos de salud desde equipamiento de alta tecnología hasta insumos clínicos para el funcionamiento de los laboratorios clínicos de los recintos.
El presidente de APIS es Christian Hänel, quien cuenta que sus asociados concentran entre el 35 y el 40% del total del mercado de insumos y equipamiento de los hospitales públicos, en un mercado que anualmente mueve alrededor de $570 mil millones en el país, donde el 70% del total corresponde a compras públicas.
Sobre las empresas, Hänel explica que “cubren cuatro nichos de productos: equipos médicos, insumos médicos, insumos para laboratorio clínico, y prótesis y tornillos para traumatología y ortopedia”.
Hänel explica que APIS “nació como una inquietud para generar un puente con los sectores público y privado de salud, que es un área bastante dinámica, que sufre cambios muy frecuentemente, tanto en la reglamentación como en técnicas, o en la administración de ciertos temas, como lo son las licitaciones”.
Pagos a 150 días
El dirigente asegura que “a diciembre se hablaba de una deuda de $139 mil millones. De eso, debemos haber tenido unos $35 mil millones. El resto son empresas similares no asociadas”.
Explica que las empresas afirman tener facturas impagas de hasta 2014. “Cuando los hospitales demoran más de 180 días, es difícil financiar inventarios acordes a la demanda. Se produce un círculo vicioso” que, asevera, puede generar problemas de disponibilidad de los elementos en los recintos asistenciales, sobre todo cuando se trata de empresas de menor tamaño.
Hänel plantea que “el promedio estimativo de demora en el pago de todos los hospitales es de entre 130 y 150 días. Pero para llegar a ese promedio, tienes algunos que pueden llegar a un año. Y los buenos pagadores cancelan a 90 días”, cuando en el aparato estatal el pago debe efectuarse en un máximo de 60 días.
Pese a esto, asegura que “generalmente (los retrasos en el pago) no encarecen los productos. Es difícil, porque el mercado es realmente competitivo, es difícil traspasarlo a precio”.
Lo más comprado
De acuerdo a lo que plantean las compañías asociadas a APIS, las principales compras que realiza el sector público en cuanto a volumen “durante la última parte del año es la compra de equipamiento, pero a lo largo del año es distinto. Allí son los insumos los más demandados. Mucho de laboratorio clínico, mucho de insumos en general; es decir, sondas, jeringas, etc., y luego vienen las prótesis que se utilizan en traumatología y ortopedia”.
Sin embargo, si se consideran los valores, el panorama es bastante distinto. Ahí son las prótesis las que lideran, seguidas de los insumos de laboratorios (como los reactivos para las pruebas que se realizan) y los insumos generales.
Sin regulación
Otro tema que preocupa a la industria son los anuncios de regulación hechos por el Ministerio de Salud, a través del Instituto de Salud Pública (ISP), puesto que los elementos que comercializan estas empresas no requieren de un registro de la autoridad para poder ser comercializadas en el país, por lo que hoy no existe un control específico sobre este tipo de productos, y muchas veces los centros asistenciales optan por comprar aquellos que por efecto de la costumbre de uso les dan buenos resultados.
El presidente de APIS argumenta que alrededor del 95% de los productos que se comercializan son importados y cumplen con las certificaciones solicitadas por las autoridades regulatorias de EE.UU. o Europa. Aún así, afirma que “compartimos la visión del ISP respecto de la necesidad de regulación, pero queremos que se lleve a la práctica de la forma menos costosa y menos burocrática posible. La idea es que el tema de los registros sea que fluya muy fácil y simple para productos donde se puede asegurar su calidad”.
”A diciembre se hablaba de $139 mil millones de deuda. De eso, debemos haber tenido unos $35 mil millones. El resto son empresas similares no asociadas”.
”Compartimos la visión del ISP respecto de la necesidad de regulación, pero queremos que se lleve a la práctica de la forma menos costosa y menos burocrática posible”.
”El promedio estimativo de demora en el pago de todos los hospitales es de entre 130 y 150 días. Pero para llegar a ese promedio, tienes algunos que pueden llegar a un año”.
CHRISTIAN HÄNEL
Medio: El Mercurio