La Moneda afina su estrategia para avanzar con este y dos proyectos más: Pensión Garantizada y Agenda de Seguridad.
Restan apenas cinco semanas de trabajo legislativo en el Congreso —en febrero hay receso estival y en marzo quedarán pocos días de labor antes del recambio—, por lo que en el Gobierno ya se encuentran afinando sus estrategias para sacar adelante en enero al menos cinco proyectos que le darán el cierre definitivo a la agenda legislativa impulsada por La Moneda durante los últimos cuatro años.
Como es de esperar, y así lo ha comunicado el Presidente Sebastián Piñera, la prioridad se la llevan las pensiones. De ahí que la dupla que han formado los equipos Segpres (encabezado por el ministro Juan José Ossa y el subsecretario Máximo Pavez) y Hacienda (cuyo titular es el ministro Rodrigo Cerda y el susbsecretario es Alejandro Weber) ha intensificado su despliegue en el Parlamento, logrando esta semana que la comisión de Hacienda de la Cámara aprueba la Pensión Garantizada Universal (PGU), que fue ingresada vía indicación en la ley corta de pensiones, por lo que ahora deberá ser revisada en la sala de la Cámara de Diputados.
Pero además hay tres proyectos de la agenda de Seguridad —también prioritaria— a los que buscan ponerle máximo acelerador: el que busca entregar mayores herramientas para combatir el crimen organizado; la nueva ley de control de armas y el que modifica el delito de usurpación. A ellos tres se suma la urgencia por sacar de la Comisión Mixta el proyecto de Fármacos II, sobre el cual, dicen en el Gobierno, ya casi existe un acuerdo.
Respecto de estas prioridades, si bien en La Moneda consideran que existe voluntad para avanzar, incluso en la oposición, se están llevando intensas negociaciones con la idea de lograr acuerdos prelegislativos. Por ejemplo, sobre la agenda de Seguridad, que la Segpres coordina con el Ministerio del Interior de Rodrigo Delgado, una pieza clave en el Senado es el Partido Socialista. Esto, dicen en Palacio, debido al rol en la materia que a tenido el senador José Miguel Insulza. Asimismo, La Moneda suele recurrir a los votos de la DC y ahí, algunas de las figuras que se nombran como esenciales para las negociaciones son el de la presidenta Ximena Rincón; el senador Jorge Pizarro y su par Carolina Goic. En Palacio reconocen que ya no resta tiempo para sacar adelante la gran reforma a las pensiones —lo que se convertiría en una herencia legislativa de esta administración—, pero quedarán satisfechos, dicen, con la aprobación de la PGU.
En todo caso, las prioridades de La Moneda podrían colisionar con las que se ha puesto el Presidente electo, Gabriel Boric. La semana pasada, su coordinador político, Giorgio Jackson, se reunión con senadores de oposición, incluida la DC, donde se analizó la agenda de proyectos de interés para el próximo Ejecutivo, para impulsarlos durante enero y así “ganar tiempo”, según dijeron presentes.
Consultado sobre ese encuentro, el subsecretario Pavez es tajante al señalar que “la agenda legislativa la lleva el Gobierno”.
“Esa reunión no movió mucho la aguja por dos motivos: lo primero es que nosotros como Segpres hemos estado siempre en contacto con los senadores, fundamentalmente de oposición, por lo tanto, la agenda legislativa ha tenido siempre un grado de acuerdo razonable. En segundo lugar, la base de apoyo del Presidente electo no está en el Senado, está en la Cámara de Diputados, por el Frente Amplio”, dice a “El Mercurio”.
En La Moneda, en tanto, sostienen que resta definir qué pasará con la rectificación del TPP-11 y el proyecto de indulto a presos del estallido. Asimismo, suman su intención de que en enero también se apruebe el proyecto que obliga a los partidos a “la renuncia expresa al uso, propugnación o incitación a la violencia como método de acción política”.
Dupla Segpres y Hacienda
Con todo, en La Moneda han hecho una buena evaluación del trabajo político y legislativo que han liderado los ministros Ossa y Cerda, junto a los subsecretarios, durante la recta final de este mandato.
En este sentido les reconocen tres hitos. Primero, que fue el grupo que llevó adelante la agenda y negociaciones de los “mínimos comunes”, lo que derivó en proyectos como el IFE universal y el bono pyme.
También fue el equipo que trabajo conjuntamente para evitar que prosperara la acusación constitucional contra el Presidente Piñera. Para entonces, destacan que Hacienda se puso a disposición de la Segpres para todos los requerimientos parlamentarios que hubo y así poder negociar los apoyos.
Y además, la dupla Segpres-Hacienda logró anotarse como logro que se evitara un cuarto retiro de fondos de pensiones. La cuarta iniciativa de este tipo había sido aprobada en primer trámite en la Cámara y rechazada su idea de legislar en el Senado, pasando de esa manera a comisión Mixta. Para su posterior rechazo, remarcan en Palacio, significó un trabajo de casi 15 días de reuniones diarias, donde se contaban los votos y revisaban los requerimientos de parlamentarios.
Luego vino la Pensión Garantizada Universal, para la cual se diseñó una agenda y se definió una estrategia legislativa, para no perder lo avanzado en la discusión de la ley corta de pensiones.
“Fue un golpe a la cátedra político”, dicen en el Gobierno, ya que habrían tenido el control completo de la situación del proyecto ley, con una conversación que se ha llevado a cabo fundamentalmente con la DC.
Otros en el Gobierno le destacan al equipo Segpres-Hacienda el acuerdo de la Ley de Presupuesto 2022, que se aprobó sin pasar a Comisión Mixta, algo poco usual. Y también destacan que ha existido una buena coordinación con los partidos de Chile Vamos.
Así, en La Moneda, dicen que se logró retomar la agenda en el Congreso poselecciones, enfocada en pensiones y seguridad.
Fuente: El Mercurio