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Informes revelan estado de los 515 ventiladores donados por la CPC: solo 32 están operativos

Juan Sutil, presidente de la CPC, recibe los primeros 117 ventiladores mecánicos por la entidad gremial el 1 de mayo de 2021.

Los equipos, que costaron $ 10 mil millones a los privados, fueron adquiridos previo visado y autorización del Minsal. Y si bien cuando llegaban al país se adicionaban a la cifra de respiradores que diariamente la cartera informaba como disponibles, las revisiones en terreno encontraron fallas que impidieron, a la gran mayoría, ponerlos en uso u obligaron su retiro tras distintas fallas detectadas. Hoy están en bodegas, con un rótulo que advierte la prohibición de ser ocupados, mientras que la última revisión recomendó que sean donados a universidades como material de estudio.

“De los ventiladores que fueron verificados por Sanidad Naval, solo existe la posibilidad de disponibilizar, en algún momento, 49 equipos marca Eternity (Beijing Medlink) modelo SH200, de uso solo para transporte o urgencias, los cuales solo se recomienda ser entregados a establecimientos que dispongan de personal altamente capacitado en ventilación mecánica, además de disponer de una empresa en Chile que pueda entregar un soporte técnico, ya sea de repuestos y capacitaciones a personas, clínico y técnico. No obstante, en las bodegas del Ministerio de Salud (Minsal) se encuentran identificados como no operativos y no aptos para uso en pacientes”.

El extracto es parte de las conclusiones de un informe técnico -emitido en enero pasado- requerido por la Subsecretaría de Redes Asistenciales al departamento de equipamiento médico del Minsal, el que evaluó los 10 modelos de los 515 ventiladores mecánicos invasivos provenientes desde China y que fueron donados por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para contribuir al combate de la pandemia.

Según el documento y sus anexos -a los que tuvo acceso La Tercera-, el Hospital Naval Almirante Nef de Viña del Mar y la división de Desarrollo de Tecnologías y Sistemas de la Empresa Nacional de Aeronaútica (Enaer) fueron las entidades a cargo de las exhaustivas revisiones realizadas a los equipos, a través de pruebas técnicas, de rendimiento y funcionamiento efectuadas entre julio y noviembre del 2020.

A la fecha de emisión del reporte, el saldo es que solo 32 de las 515 máquinas se encuentran operativas en la red asistencial: 28 ventiladores de la marca Aeonmed (modelos VG60 y VG70) y cuatro de la marca Mindray (modelo V600), ubicados en los hospitales Metropolitano, Padre Hurtado, El Carmen, ex-Posta Central, El Pino y J.J. Aguirre. ¿Y los demás? Los 483 equipos restantes hoy se encuentran en las bodegas del Ministerio de Salud o retirados de funcionamiento bajo custodia de los recintos asistenciales.

Pese a los reparos, otro informe elaborado a fines de abril de este año -y que consolida parte de los anteriores- señala que desde que llegaron las primeras máquinas, es decir, desde el 1 de mayo hasta el 26 de junio de 2020, un total de 172 equipos sí fueron distribuidos y utilizados en las distintas Unidades de Paciente Crítico (UPC) a lo largo del país.

Los otros 343, en tanto, nunca fueron despachados a la red asistencial, pues en las certificaciones previas al reparto se detectó -preliminarmente- “poca confiabilidad” y la recomendación que primó fue, derechamente, no utilizarlos.

Marca Modelo Cantidad Uso
Aeonmed VG60 11 En uso
Aeonmed VG70 17 En uso
Mindray V600 4 En uso
Chen Wei CWH-3010 140 No recomendado
Taizhou JIXI-H-100 123 No recomendado
Eternity SH-200 50 No recomendado
Zibo Zhongxun ZXH-550 40 No recomendado
Zibo Zhongxun ZXH-600 10 No recomendado
Aeonmed SHANGRILA 510S 75 No recomendado
Aerospace ACM812A 45 No recomendado
TOTAL: 515 (32 en uso)
Fuente: Ministerio de Salud

El caso Chen Wei

Inmediatamente después de la llegada de la primera partida de 117 ventiladores desde China, el 1 de mayo de 2020, Ciper Chile publicó que los equipos donados por la CPC habían entrado en “revisión técnica”. ¿La razón? La mayoría de las máquinas adquiridas en el país asiático no tenían certificación en Chile, no contaban con representación del fabricante en el país y, además, era primera vez que la mayoría de los facultativos de las unidades intensivas conocía de ellas.

Pese a ello, y cada vez que llegaba un nuevo lote de estás máquinas, Salud adicionaba esta cifra a la cantidad de ventiladores mecánicos que se encontraban disponibles para el país para su uso.

El primer análisis técnico de los equipos estuvo a cargo del doctor Andrés Llarena, quien se desempeñó en la cartera sanitaria desde abril a junio de 2020, con el fin de coordinar la adquisición de ventiladores.

El facultativo fue asistido por Enaer y proveedores nacionales de respiradores invasivos, como Andover y Hemisferio Sur, “atendida la dificultad que esa labor conllevaba”, según se detalla en uno de los documentos.

Tras las primeras revisiones, el diagnóstico arrojó el 26 de junio de 2020 que solo cuatro de los modelos donados por la CPC podían ser distribuidos a la Red Integrada Covid-19. Entre las marcas estaban los dos modelos “VG” de Aeonmed, los ventiladores Mindray y los 140 respiradores Chen Wei.

Sin embargo, cuatro días después, una indagación encargada por la División de Gestión de Redes Asistenciales (Digera) a dos ingenieros biomédicos, alertó que los 140 ventiladores CWH-3010 del fabricante Chen Wei, ya despachados en la red desde mediados de mayo, debían ser retirados a la brevedad. “Se recomienda el retiro inmediato de los equipos que presenten falla en los hospitales. Es necesario validar la seguridad de uso”, se plasma en el documento. Y según consta a renglón seguido, se instruyó de manera “informal” el no uso y retiro de los equipos.

Tras ser dados de baja en varios recintos, se coordinó que el Hospital Naval analizara seis de estos ejemplares entre el 13 y el 17 de julio. Y durante noviembre, la división de Desarrollo de Tecnologías y Sistemas (DTS) de Enaer realizó un segundo reporte, esta vez definitivo, que terminó por confirmar la indicación de no utilizarlos en pacientes.

Sin batería ni alarmas “audibles”

En su informe, el Hospital Naval advierte que, a primera vista, “el material constituyente y ensamblado de los componentes es de baja calidad, por lo que afecta directamente las mediciones realizadas”. Aunque las falencias pesquisadas van más allá de la materialidad de los equipos donados.

Por ejemplo, si bien el respirador puede funcionar con baterías, la rúbrica detalla que el compresor del suministro de aire no cuenta con ellas, “por lo que el equipo requiere estar conectado continuamente a alimentación eléctrica”.

El respirador Chen Wei tampoco tiene una alarma audible o visual que alerte al personal de salud de la desconexión del sistema eléctrico de la red hospitalaria. Un aspecto que podría ser fatal para los pacientes ventilados si se da el peor de los escenarios: el de una falla general de la red eléctrica y del grupo electrógeno de respaldo.

Asimismo, también se encontraron discrepancias entre los volúmenes de oxígeno configurados y los que detectaba el simulador del Hospital Naval, lo que queda de manifiesto en las observaciones firmadas por el técnico a cargo. “Equipo inestable en las mediciones durante el proceso de certificación”, concluye. Un aspecto que el análisis definitivo de DTS termina por confirmar: “El equipo presenta valores y formas de ondas inestables durante las pruebas no asegurables durante un ciclo de funcionamiento mayor a ocho horas continuas, lo que no permite mediciones fidedignas en proceso de hospitalización de pacientes”.

En terreno, en el Hospital Barros Luco detectaron algunas de estas falencias. El jefe de la unidad de equipos médicos del recinto, Cristián Rojas, explica a La Tercera que “los equipos, al ser utilizados, presentaron fallas de funcionamiento que impidieron llevar a cabo la terapia según los requerimientos clínicos, ante lo cual reportamos los problemas al Minsal y reemplazamos los dispositivos de inmediato, garantizando así el tratamiento correspondiente a los pacientes críticos”.

La excepción a la regla de la mala evaluación de los ventiladores chinos estuvo en el Hospital de Urgencia Asistencia Pública (HUAP, o ex-Posta Central). En uno de los puntos del informe emitido a fines de abril se cita un reporte elaborado por el jefe de la UPC del recinto, el doctor Rodolfo Santander.

“Los ventiladores invasivos Chen Wei se utilizaron en el período que abarca del 18/05 al 10/07 del 2020, entregando un uso total de funcionamiento de los 20 ventiladores invasivos de 11.808 horas, utilizados por un total de 108 pacientes (…). Es difícil cuantificar su real impacto en el rescate vital de los pacientes, pero sin duda alguna durante su período de uso prestaron soporte ventilatorio a más de un centenar de pacientes, con un promedio de cerca de cinco días de ventilación mecánica invasiva”.

El facultativo explica que en la ex-Posta Central los respiradores mecánicos disponibles fueron categorizados -según su complejidad- en alta, media o baja gama. Y en el caso de los equipos Chen Wei, “estos estaban en el medio camino, entre baja y media gama”.

Santander detalla que estos ventiladores fueron utilizados en pacientes en “desescalada” de la terapia ventilatoria, tras haber estado conectados a una máquina de mayor potencia. “Los utilizamos en pacientes que venían saliendo de la enfermedad, en una tendencia a mejorar. Y en la entrada, si tenías que elegir entre ventilar o no ventilar un paciente crítico, mientras se disponibilizaba un ventilador de mayor calidad, se le daba soporte con este tipo de ventiladores mientras se desocupaba uno de mayor tecnología”.

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