“La crisis de la salud es el reflejo de la crisis institucional que hay hoy en el país”.

Martes, 10 de diciembre de 2024.

Un complejo panorama para la industria de proveedores de la salud es la que ve para el próximo año el director ejecutivo de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud, Eduardo del Solar. En esta entrevista con Contacto Salud, el ejecutivo atribuye este problema a la gestión que ha tenido el gobierno en el sector salud donde ha habido una caída en el uso de los servicios, y donde el pago a los proveedores ha caído sistemáticamente.

¿Cómo evalúa la situación de los proveedores de la industria de la salud?

El escenario actual económico para los proveedores de la industria de la salud es pésimo. Incluso algunas empresas proveedoras no socias de APIS ya han quebrado. El pago ha sido lo más nefasto, pero también la gestión porque el mercado de la salud en términos de dispositivos médicos está caído por lo menos en un 30%. La industria ha caído entre un 30% y un 40%, lo cual es problemático y se puede comprobar con el aumento de las listas de espera, porque este gobierno se inició con 1.200.000 personas en listas de espera, y hoy estamos cercanos a los 3 millones. Eso grafica claramente la caída del uso de los servicios o de las atenciones a los pacientes, producidas desde el año 2022 al 2024. Es decir, un gobierno que venía a dar soluciones de salud no ha dado ninguna. Es dramático lo que vivimos hoy.

¿Cómo ha impactado la inflación y la crisis económica a los proveedores de equipamiento e insumos médicos?

Nos ha impactado porque el mercado de la salud está compuesto por un 75% que va dirigido al sector público y un 25% al sector privado. La salud pública compra por un sistema de licitación o por convenio marco o por compras ágiles, pero compra por licitaciones y con precios que están demasiado fijados. No hay posibilidad de tener aumento en los precios como ha sido, por ejemplo, el primer año de este gobierno que vivimos una inflación grande, y un desequilibrio del dólar que pasó de más de $600 a casi $1000, lo cual hizo que algunos proveedores incluso tuvieran que desaparecer porque no pudieron cambiar los precios de las licitaciones porque las licitaciones son de largo plazo, y ha afectado tremendamente en los márgenes, pero si además a esto le sumamos que no nos pagan los costos de crédito que han subido demasiado y estos productos son todos importados en dólar que también está subiendo y nos afecta. En otras palabras, esta es una industria que ha sufrido la ineficiencia de la gestión, por un lado, la baja en las compras y el alza del costo de los productos sin poder modificar precios, o sea es como una tormenta perfecta.

Dentro de ese contexto, ¿cómo evalúan la crisis hospitalaria en Chile?

Nosotros vemos que la crisis hospitalaria del país no es más que el reflejo de la crisis que esta viviendo la sociedad en general. Hoy tenemos una crisis en el Estado, en los servicios. Si vemos las encuestas de confiabilidad, han caído hasta los bomberos. La crisis de la salud es el reflejo de la crisis institucional que hay hoy en el país. Sería muy ingenuo pensar que con este escenario no haya problemas en la salud. Yo creo que es un problema institucionalizado donde la salud es parte de ella, es parte de lo que pasa en el país.

¿Por dónde pasaría la solución a esta crisis de financiamiento?

La solución es asignar los recursos que corresponde y que necesita la salud y luego fiscalizar que se gaste en lo que se asigna. Por ejemplo, si se asigna al capítulo 22 del Presupuesto una determinada cantidad de dinero, ese monto, al hacerse las transacciones vía SIGFE (Sistema de Gestión Financiera del Estado), asegura que el Estado esté gastando los recursos en lo que se asignó. Lo que sentimos es que hoy al no estarse pagando por el sistema automatizado del Estado se están desviando recursos que eran destinados al capítulo 22, y no a otras cosas como podría ser uso del personal, mantención de edificios u otras cosas. En salud, algo histórico siempre ha sido que los recursos no se utilizan para lo que son asignados. En el caso de las municipalidades, por ejemplo, estas a través de las corporaciones, regalan gas, pero, sin embargo, tienen impagos a los proveedores de la salud primaria que están en las municipalidades. Entonces, creo que la fiscalización del buen uso de los recursos es fundamental para que los presupuestos alcancen junto con la asignación de un presupuesto reconociendo el gasto.

¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento para la industria de proveedores de la salud en los próximos tres años?

Hablar de crecimiento por un mercado que viene cayendo desde el año 2022 tanto en las ventas como en el pago, en la recuperación de los recursos, con un mercado deprimido, con reglas que no están claras en la salud, con incertezas como las que se han producido en los últimos dos años de que si vamos a tener salud pública o privada o si vamos a tener esta ley corta que se hizo y cuál va a ser el destino de las clínicas privadas. Proyectarse en crecimiento, creo que sería tremendamente ambicioso de nuestra parte. Lo que tenemos que proyectarnos es sobrevivencia, cómo vamos a sobrevivir estos dos años que vienen, cómo vamos a subsistir con los pésimos pagos que hace el Estado, con las reglas de poca certeza que nos da el Estado día a día. Creo que fijarse un plan de crecimiento es sumamente ambicioso. Nuestros socios son innovadores, son ambiciosos, pero también son sabios, y tienen que mirar lo que pasa en la industria y en el país que está deprimido. Yo no comparto lo que dijo una ministra que crecer el 0% sea crecer. Eso es estar estancado, y es determinante en lo que tenemos que mirar hacia adelante.

¿Qué desafíos enfrenta actualmente el sector de proveedores de salud en Chile?

El desafío más grande es volver a reponer el pago automático al Estado que el gobierno retiró el 9 de marzo de 2023 y que ha causado un gran daño a la industria y que ha permitido que muchos dejen de participar en el sector. El otro gran desafío es lograr una regulación que el gobierno entienda que estos productos deben estar regulados, teniendo una regulación de clase mundial en acuerdo con la regulación que existe en países desarrollados, y ese debería ser nuestro mayor desafío junto con recuperar los pagos.

¿Qué inversiones en tecnología médica consideran estratégicas para los próximos dos años?

Creo que pensar hoy en producción de cualquier producto en este país requiere pensar primero que el Ministerio de Economía o el Ministerio de Hacienda o la Corfo que tienen que impulsar el desarrollo y las inversiones tengan reglas claras para invertir, que el mercado pueda ser apoyado por aquello, que no solamente estén pensando en subir y agregar impuestos, sino que tener un plan de desarrollo tecnológico de la industria fuerte, que hoy no vemos en el Gobierno. Los proyectos que vemos son muy cosméticos como el proyecto de permisología, que si el Gobierno estuviera en línea con sus asuntos sería innecesario porque se puede hacer todos los trámites rápidos. No vemos proyectos de innovación y desarrollo fuerte para provocar una productividad nacional. Estos son productos muy tecnológicos que tienen que competir con mercados muy fuertes como China, y que son muy difíciles. Nosotros tuvimos gene que produjo productos en Chile para el mercado local y exportación, y lo han dejado de hacer porque precisamente no hemos tenido ese apoyo del Estado, o sea un apoyo que comprometa un plan, sino que cada vez que uno crea algo, al gobierno le crece el colmillo y quiere cobrar más impuestos, pero no tiene un plan de apoyo para las empresas que se puedan desarrollar.

¿Qué opinión le merece el proyecto de reforma de salud actualmente en discusión?

Quiero verlo realidad. Nosotros llevamos discutiendo el proyecto de Ley de Fármacos II que en el fondo viene a regular la salud, pero dentro de ese proyecto que busca baja el costo bolsillo de los fármacos hacia las personas, está inserta la iniciativa que regula los dispositivos médicos, lo cual es un error. Yo esperaría que el Estado haga una ley aparte para los dispositivos médicos, que se regulen. Los dispositivos médicos en el Presupuesto son el 50% de lo que consumen los hospitales, y el otro 50% son los fármacos. Por lo tanto, yo creo que tener una industria que significa una alta importancia en el Presupuesto de la Nación, sin regulación, es un error, hay que regularla, y hay que sacarla adelante. Es sumamente importante porque los hospitales funcionan con dispositivos médicos. Un médico no puede ejercer su profesión sin dispositivo médico. Sí lo puede hacer sin fármacos, pero sin dispositivos médicos no tiene elementos de medición ni de examinación, no tienen camillas, no tiene sabanillas, no tiene bajalengua, no tiene nada.

¿Qué políticas sugieren para fortalecer la producción nacional de equipamiento e insumos médicos?

En APIS representamos al mundo de los dispositivos médicos, vale decir desde un parche curita hasta un resonador magnético. Esta es una industria que no es regulada, y solo tiene una regulación muy pobre que es la que establece el Decreto 825 que regula aproximadamente 12 a 14 productos que tienen que ver con el sida como jeringas hipodérmicas, guantes de examinación, preservativos, etc. Se da la paradoja que, si alguien va fuera del país y trae una caja con shampoo, esos productos están regulados y lo más probable es que se los quiten en la aduana porque tienen que estar certificados por el ISP. Pero, si se trae una caja con marcapasos, esos marcapasos no están regulados y se puede pasar como cualquier instrumento por la aduana sin ir al ISP. Entonces, eso en una industria como la nuestra que busca la seguridad de los pacientes, y que busca la oportunidad de calidad en los pacientes y mejoría, debería haber una regulación de clase mundial, la cual está la debe desde el gobierno anterior en que no se avanzó en la Ley de Fármacos II porque no se logró aprobar, y hoy esa ley duerme en el parlamento. Aunque para los dispositivos médicos no es una buena Ley, nosotros creemos que igual se debe avanzar con ella porque es el inicio de la regulación.

¿Cómo están abordando los asociados a APIS los desafíos de digitalización e innovación?

Todo lo que es la digitalización y tecnología computacional es nuestro desafío a diario porque todos nuestros productos están influidos por la inteligencia artificial, por la tecnología en el mundo, en el desarrollo y en el diseño, y por eso es que nosotros apoyamos la regulación, la norma ISO 13435, la cual regula los dispositivos médicos desde el diseño hasta la disposición final que es la instalación en el cuerpo.

En esa línea, ¿hay algún caso de éxito?

Son todos exitosos. Si se trabaja en el área de escáner o imágenes, todas las imágenes son enviadas por el celular. Entonces, ya no existe el sistema antiguo en que se relevaban y se utilizaba papel. Hoy todos tienen que ir hacia ese mercado. Todos los socios de APIS son tremendamente innovadores, y el que no es innovador aquí desaparece. No es una opción, sino que un requisito. Nosotros estamos en el mismo nivel que Estados Unidos y Canadá. No tenemos una diferencia entre los distribuidores de allá sean distintos a los de acá. Estamos compitiendo con el mismo idioma.

¿Qué tendencias tecnológicas están transformando el mercado de proveedores de salud en Chile?

El mercado de los dispositivos médicos, a diferencia de los fármacos, tienen un ciclo de vida de solo 18 meses. Por lo tanto, cada 18 meses hay un producto nuevo en el mercado, es decir, la tecnología y los dispositivos médicos no son un tema, sino que son elementos con los cuales, los proveedores de la salud de dispositivos médicos están todos los días trabajando por aquello. Por eso, los stocks son muy controlados porque si se traen, por ejemplo, prótesis de cadera o de rodilla, probablemente esa prótesis va a tener una innovación en 18 meses más, entonces, la rotación de los productos es muy importante, y las tecnologías son muy importantes en todo lo que es equipamiento. Nosotros somos una industria muy tecnologizada.

 

Fuente: Revista Contacto Salud

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