La obscena deuda del Ministerio de Salud con sus proveedores: Hay facturas impagas desde 2008

El director de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) señala que: “Las deudas del MINSAL son consideradas como casi incobrables, incluso, por el propio Banco Estado”

Una compleja situación enfrenta el sector de proveedores que alimentan con insumos al sistema público de salud. Un momento tan complejo que ha sido motivo de análisis en la Cámara de Diputados, donde representantes de la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) han expuesto el difícil momento y, de paso, han criticado la falta de seriedad en el pago de deudas que se arrastran por año y por montos que bordean los 2.000 millones de pesos.

 

La sesión encabezada por la diputada Karol Cariola, presidenta de la comisión, y a la cual asistieron la Ministra de Salud, Carmen Castillo; la Subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, y el Director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda, Sergio Granados, tuvo por objetivo profundizar en el tema de la deuda hospitalaria.

 

En ese contexto, el Director de Presupuesto señaló que está determinado que en el sistema de salud el pago de factura es de 45 días. “Hasta el momento, nosotros no sabemos, no sé si salud tenga el dato de algún proveedor que haya declarado incobrable alguna deuda o haya disminuido su patrimonio porque no ha podido cobrar una deuda en salud, siempre se paga”, afirmó Granados.

 

En relación a esta afirmación, desde la APIS expuso que en la práctica muchas instituciones de salud no pagan antes de 45 días. “Durante el año 2016 el tiempo promedio de pago de facturas llegó hasta 91 días. De hecho, aún existen deudas de cifras superiores a los 2 mil millones de pesos por facturas emitidas entre 2008 y 2015”, expusieron.

 

Y resaltaron de manera especial el hecho de que es ilegal atrasarse más allá de 45 días en los pagos a los proveedores de la salud. Frente a esta realidad, han existido mesas de trabajo entre la APIS y el Ministerio de Salud, donde la asociación gremial ha buscado transparentar la deuda que los servicios de salud mantienen con sus asociados y lograr que estas instituciones paguen a tiempo.

 

“Nosotros entregamos un servicio sumamente importante para el sistema de salud, ya que somos quienes proveemos de las nuevas tecnologías y los insumos que permiten, junto con otros elementos, entregar una atención de calidad a los pacientes. Sin embargo, la situación de  morosidad por parte de determinadas instituciones de salud ha complicado la situación financiera de muchas de las empresas  proveedoras por lo que, incluso, algunas de ellas se encuentran en situación de quiebra o muy complicadas desde el punto de vista financiero.  Además, es muy difícil acceder, por ejemplo, a factoring, ya que las deudas del MINSAL son consideradas como casi incobrables, incluso, por el propio Banco Estado”, exponen desde los proveedores.

 

En este sentido, APIS está poniendo todos sus esfuerzos por transparentar las facturas emitidas hasta el 31 de diciembre de 2016 y que aún no han sido pagadas por los servicios de salud. Una tarea que no es sencilla ya que se reconoce que existen muchas instituciones con facturas de larga data extraviadas.

 

Como sea, para la APIS resulta preocupante el hecho de que el mismo Director de Presupuesto del Ministerio de Hacienda haya sincerado que ellos han sido “reactivos” y que lo seguirán siendo mientras continúe el modelo de financiamiento y el de gestión clínica al interior de los establecimientos.

 

Frente a este escenario, EL MURO conversó con Juan Ignacio Olivos, director de APIS para conocer el complejo momento que enfrentan sus asociados.

 

-¿Cuál es la situación que enfrentan hoy los proveedores del sistema público de salud?

 

-La Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud, que agrupa a las principales empresas que proveen insumos y dispositivos médicos, y que va desde jeringas hasta la más alta tecnología utilizada en pabellones, permanentemente trabaja en mantener la información de la deuda de sus asociados lo más actualizada posible, pues ésta es dinámica y cambia todo el tiempo. En general, los servicios públicos de salud se atrasan en el pago de facturas, muchos de ellos mantienen facturas impagas con más de un año de antigüedad.

 

-¿Enfrentan otras situaciones complejas?

 

-Bueno, otros temas que afligen a nuestros asociados tienen relación con los vicios licitatorios de estos mismos establecimientos, ya que contienen cláusulas que desfavorecen a los proveedores, como por ejemplo, la falta de un artículo que incluya fuerza mayor en los casos de atrasos en la entrega de un producto debido a situaciones externas a la empresa, como un paro en la aduana.

 

-Las autoridades insisten en que los pagos tienen plazos estipulados de 45 días, pero la asociación de proveedores aclara que el promedio efectivo de pago es de 91 días. ¿Cómo se explica esta diferencia tan grande?

 

-Las autoridades se refieren al plazo legal de pago que está estipulado en 45 días. Sin embargo, en la práctica la mayoría de los servicios de salud público no cumplen con este plazo legal, ya que el promedio supera los 3 meses y en muchos casos, varios años.

 

Mala salud

 

-¿Es efectivo que aún están pendientes pagos por más de 2.000 millones de pesos de deudas que se arrastran desde el 2008?

 

-Pese a que el 89,6% de la deuda corresponde al año 2016, aún existe un 10,4% de deuda por facturas impagas desde el 2008 al 2015. Por lo tanto, lamentablemente, es efectivo que entre esos años aún se adeuden más de 2.000 millones de pesos.

 

-En definitiva, ¿cuál es la razón de que no se pague cuando corresponda?

 

-Nosotros hemos constatado que existe un desorden por parte de los servicios de salud, lo que se puede atribuir a problemas de gestión. En muchos casos, nos hemos encontrado con que las facturas, simplemente están perdidas, lo que indica problemas de administración.

 

-¿Esta deuda que se mantiene con los proveedores de la salud pública explica en buena medida la alta deuda hospitalaria que hoy asfixia al Ministerio de Salud?

 

-Nosotros somos uno de los acreedores importantes del Ministerio de Salud, ya que somos quienes proveemos de tecnología e innovación a los hospitales públicos. Nuestros productos son tan importantes que, incluso, se puede cancelar una cirugía por falta de insumos, como ya ha sucedido en algunos establecimientos. La deuda que se mantiene con las empresas asociadas a APIS corresponde al subtítulo 22 que se refiere a la compra de bienes y servicios. Mientras que el subtítulo 21, corresponde al pago de remuneraciones y honorarios. Entendemos que la suma de ambos subtítulos es parte importante de la deuda hospitalaria.

 

-Con el paso de todos estos años, ¿todavía es posible documentar de manera clara esta enorme deuda del Minsal?

 

-Nosotros como APIS esperamos que así sea. De hecho, estamos poniendo nuestros esfuerzos por conciliar la deuda, presentando un detalle de ésta en las reuniones de la mesa de trabajo encabezada por el Minsal y en la cual también participa la Dirección de Presupuesto del Ministerio de Hacienda. De esta forma, informamos a la autoridad cuáles son los servicios de salud de mayor criticidad en cuanto a niveles de deuda y antigüedad de la misma.

 

-¿Cómo hay que leer el hecho de que el director de presupuesto diga que la acción por parte de ellos se limita a ser “reactiva”? 

 

-A nosotros nos preocupa que desde el Ministerio de Hacienda reconozcan que el actual modelo de financiamiento y el de gestión clínica al interior de los establecimientos hospitalarios no son los adecuados, ya que no les permite controlar los inductores de gastos. Creemos que el Ejecutivo debiera ser proactivo para procurar que las empresas que les proveen de insumos y dispositivos médicos puedan seguir siendo sustentables en el tiempo.

 

Fuente: El Muro

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