Mientras Salud estima que no hay morosidad, el presidente de APIS asegura que hay compromisos impagos con algunas empresas asociadas incluso desde 2013.
Mañana, la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS) y el Ministerio de Salud (Minsal) darán inicio a la mesa de trabajo para llegar a una visión común sobre un problema que complica cada año a la cartera, traspasando incluso los gobiernos: la deuda hospitalaria del sistema público.
Un tema no menor si se considera que no hay consenso sobre el estado actual de dicha deuda. Mientras el Minsal estima que no hay morosidad, el presidente de APIS, Christian Hänel, asegura que hay compromisos impagos con algunas empresas asociadas incluso desde 2013. Sus cálculos señalan que las obligaciones han crecido exponencialmente, ya que en 2011 se adeudaba sólo $3 milones; en 2012 subió a $28 millones; a $35 millones en 2013; para elevarse sustancialmente en 2014 a $747 millones; y mucho más en 2015 con $4.780 millones.
Uds. formaron hace poco la asociación, ¿para qué?
-Entre noviembre del año pasado y marzo de este año, estuvimos haciendo todos los trámites legales para tener la personalidad jurídica y discutiendo en el directorio cuáles serán nuestros principales objetivos, es decir, dándole forma a la asociación. Si bien en un principio fue conformada por 30 empresas, en la última asamblea a principios de agosto, se integraron otras seis, así que actualmente son 36 las asociadas a APIS. El principal motivo que tuvimos para organizarnos fue que el mercado de los dispositivos médicos había evolucionado en los últimos 20 años de forma importante en torno a la manera como se licita, en regulación del mercado y está el tema de la deuda hospitalaria, donde somos unos de los principales acreedores.
Mañana darán inicio a la mesa de trabajo con el Minsal, ¿cómo surgió esta instancia?
-Nosotros la propusimos. Tenemos muchos temas que plantear. Básicamente, la agenda que se conversó inicialmente con el Minsal es abordar dos temas: la deuda hospitalaria y los procesos licitatorios. Nuestra idea es ir con intereses absolutamente comunes, lo que será muy distinto a cuando cada empresa del sector iba directamente al ministerio a plantearle sus preocupaciones.
¿Cuáles serán sus planteamientos sobre el tema de la deuda hospitalaria?
-Nosotros representamos el 40% del total de la industria de dispositivos médicos del país, eso sin contar a las últimas seis empresas asociadas. Es una industria que tiene mucha importancia para el buen funcionamiento de los hospitales públicos. Existe una diferencia entre lo que el Minsal y nosotros manejamos como cifra. Ellos dicen que la deuda estaría 100% pagada y nosotros les enviamos información comprobando que se les debía a muchas empresas. Según nuestras cifras, la deuda hospitalaria asciende a $5.593 millones desde 2011. De ella, unos $4.780 millones corresponden sólo a 2015. Pensamos que se puede ordenar la deuda, lo que le va a permitir al Minsal conocer mejor cuál es el valor real de ella y mejorar su flujo de dinero con Hacienda.
¿Y tras ello, qué viene?
-Una vez aclarado ese punto, tenemos que entrar a los plazos de pago. Las compras públicas están asociadas a una ley y esa ley dice que para el sector salud el plazo son 45 días de pago. Y eso hoy no se cumple.
¿En qué sentido?
-Nosotros esperamos llegar a un sinceramiento de este tema, porque pensamos que el Estado tiene que ser un modelo. ¿Cómo el Estado puede exigir al resto de los chilenos que paguemos a tiempo si no cumple con lo que está estipulado en la ley’. Por ejemplo, nosotros que esperamos mucho para recibir los pagos de los hospitales públicos, tenemos que pagar IVA sobre esas ventas con mucha anticipación a lo que recibimos los pagos. Hoy, el pago a nuestro sector debe andar en los 150 días promedio.
¿Por qué sucede esta situación año tras año?
-La deuda hospitalaria se genera básicamente por la administración de los hospitales públicos y porque en la estructura del Presupuesto hay una brecha no cubierta entre el costo real de las prestaciones y la cobertura Fonasa. Por ejemplo, si una apendicitis tiene un costo real de $100 y el arancel de Fonasa es de $50, con cada apendicitis que un hospital realice se genera un déficit de $50 y en aquellas prestaciones que son de mayor complejidad, habrá mayor diferencia. Hay que sincerar este tema dentro del Presupuesto de la Nación, porque todo el mundo reconoce que la deuda no es una excepción, sino que una habitualidad. Han habido pocos años en que no haya un desfase.
¿Y qué van a exponer en cuanto a las licitaciones?
-Muchas veces los plazos que se dan para responder las consultas en el proceso de licitación y levantar la oferta en el portal Chile Compra son muy cortos y a veces hay respuestas que pueden cambiar muchísimo la oferta. Entonces, se necesita prolongar esos plazos. Hay otro tema sobre los plazos de entrega de productos: muchos de lo que vendemos son importados, y esa logística hay que considerarla. Queremos discutir las multas, porque han habido casos en que la multa cobrada por un servicio sobrepasa el valor del contrato y consideramos que eso es abusivo y expropiatorio.